lunes, 22 de abril de 2013

“La casa fue un núcleo y un pulmón... Fue un lugar donde por fin se pudo formar un gremio de actores penquistas”


Francisca Díaz González, actriz de La Otra Zapatilla, expresó los sentimientos de la compañía al dejar la casa de Janequeo 629, que albergaba al Centro Cultural La Nueva Concepción. Explicó las razones de porqué no seguirán ahí y los objetivos y metas que se alcanzaron y aquéllos que no. Actualmente, buscan un recinto que los acoja para empezar un nuevo rumbo, que les permita sustentarse tanto artística como económicamente.

Faltaban pocas semanas para que se cumpliera un año de la inauguración de ese espacio, casi 11 meses llenos de actividades artísticas innovadoras y que mostraban un interesante trabajo experimental. Logrando ampliar el espectro de público interesado en eventos teatrales y promoviendo talleres y seminarios, además de la constante cartelera, la compañía La Otra Zapatilla con su Centro Cultural La Nueva Concepción lograron una brillante efervescencia cultural durante el tiempo que ocuparon ese lugar.

Francisca, ¿por qué surge la necesidad de dejar el espacio de Janequeo 629, conocido últimamente como Centro Cultural La Nueva Concepción?

Foto Casa Janequeo 629
Porque la dueña del lugar se negó a seguir arrendándonos el lugar. Dijo que ella había reunido firmas para echarnos de allí, que los vecinos estaban molestos con nosotros por nuestros “supuestos ruidos”. Aclaro que esas firmas jamás se nos mostraron. La señora nunca fue muy clara. Finalmente, reconoció que a ella le convenía mucho más arrendar el lugar para estudiantes. En fin, ella no apoyaba que nosotros hiciéramos actividades artísticas, tenía una visión totalmente distorsionada de lo que nosotros hacíamos. Quisiera contar que el trato que la señora tuvo hacia nosotros no fue el mejor.

¿Qué significó la casa en estos últimos meses?

La casa, mientras duró, para nosotros fue un núcleo y un pulmón. Significó libertad en varios sentidos. Fue una experiencia maravillosa, creamos arte y creamos audiencia. Este último punto era fundamental para nosotros. Fuimos de a poco formando un público que nos seguía fielmente.
No cabe duda de que también significó muchísimo trabajo, cuidarlo, mantenerlo. No logramos la autosustentabilidad del espacio; supongo que eso se debe a la falta de buena difusión. Por sobre todo quisiera destacar los derechos creativos que este espacio nos brindó. Todas las ideas que surgieron se hicieron sin mayores cuestionamientos; hoy en día, crear así de libremente es una instancia deseada por todos los artistas. Y, obviamente un nuevo anhelo para La Otra Zapatilla

En tu opinión, ¿fue la casa un importante centro de convergencia de las artes escénicas en Concepción?

Sí. Repito: fue un núcleo y un pulmón. Tuvimos muchas visitas a lo largo de lo que duró el centro cultural, tanto en los talleres como en las funciones, pero por sobre todo en las funciones. Fue mucha gente que no había ido nunca al teatro y eso es maravilloso. Poder acercar a aquellas personas ajenas al teatro al mundo de las artes escénicas es un privilegio.

¿Pretenden conseguir un nuevo espacio semejante al anterior, de una línea parecida?

Estamos buscando un espacio, sí. Pero tendrá otra finalidad y otro funcionamiento. Ya probamos con un centro cultural de las características que tuvo y si bien tuvimos muchos logros artísticos, emocionales e intelectuales, fue extremadamente agotador y nos agotó un poco las energías, ya que económicamente no logramos lo suficiente. Es por esto, que buscamos un nuevo espacio para ensayar y para guardar nuestras escenografías, ya no se harán talleres (a menos que la persona que lo haga tenga sus alumnos asegurados, para no arriesgarnos a tener 2 alumnos por taller) y se harán funciones pero mas acotadas en el tiempo, para asegurarnos también mayor cantidad de público y menos desgaste de nuestra voluntad, creatividad y energías.


¿Se lograron las metas y objetivos planteados por La Otra Zapatilla con la casa de Janequeo?

Se lograron las metas artísticas, no las económicas.

¿Hasta qué punto se dificultó el mantenimiento de la casa y los artistas? ¿Cómo se subsistió, en términos económicos, de relaciones, convivencia, creación artística, formación?

La idea era que con los talleres y las funciones el espacio se autosustentara, pero eso no ocurrió. Por problemas de gestión, de la falta de un productor/a y quizás por la escasa experiencia en mantener un espacio. Debido a esto, varios de los integrantes de la compañía comenzaron a hacer planes de ventas de funciones, eso sí funcionó. Con esto, cada integrante de la obra vendida recibía honorarios, y, con parte de estos, pagaba su parte del arriendo del centro cultural. Aquel que no tuviese funciones vendidas en el mes pero si quizás hacía clases o tenía pequeños "pololos" por ahí, pagaba con ese dinero la cuota del centro cultural.
Artística y creativamente si se sustentó. Nacieron varias obras como “Rómpeme”, Fe de ratas”, los cortos teatrales, la muestra de dramaturgia, etc. Tener la libertad para crear desemboca en un algo creado, eso es muy rescatable. Hoy en día se siguen haciendo funciones de algunas de esas obras.
En cuanto a la convivencia, debo decir que como en todo grupo humano hubo conflictos, pero nada que no se pudiera resolver u olvidar durante la horas de trabajo. Pero también nos seguimos afiatando como compañía, ya que si bien varios trabajamos en lugares aparte y con otras compañías (necesidad artística y sobre todo actoral) hoy en día sabemos que es lo que queremos y que es lo quiere nuestro compañero.

En cuanto a formación, sí, aprendimos mucho, muchísimo. Aprendimos mucho artísticamente, cada proceso creativo es una nueva instancia de aprendizaje. También aprendimos algo más de lo que es o lo que no es la gestión y el mantenimiento de un espacio.
Sólo quisiera agregar que el centro cultural fue de alguna manera un lugar donde por fin se pudo formar un gremio de actores penquistas. No digo que el centro cultural haya sido el responsable de esta nueva unión, pero si fue cede de la cohesión de energías.

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1 comentario :

  1. Anónimo28/4/13

    que pena que tengan que dejar el lugar, espero que encuentren algo mejor. fuy a er Cuchitril y fue una experiencia increible.
    hay mucho talento en Concepcion exito en todo!!!

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